La importancia del entrenamiento con refuerzo positivo en los perros
12 de Septiembre,2019

La importancia del entrenamiento con refuerzo positivo en los perros

Tiempo Lectura: Medio 15 min.

Por: Equipo Edupet Santiago 

Cuando reflexionamos en la materia de cómo educar a nuestros perros, es común que aparezcan diversos términos, entre ellos el castigo y el refuerzo positivo. Lo primero que debemos conocer, es cómo aprenden los animales. El aprendizaje es el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades y conductas; posibilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia. Se manifiesta a través de cambios en la conducta individual, como consecuencia de la experiencia.

El aprendizaje puede mostrarse tanto con el cambio de una conducta, la adquisición de una nueva y con la pérdida o disminución de otras. El aprendizaje de conductas está dado, entonces, por la consecuencia que la sigue. Así, cuando la consecuencia es positiva, es muy probable que el can la repita y aumente su presentación, en cambio si la consecuencia es negativa puede que disminuya su presentación o deje de manifestarla.

Aquí es donde entran en juego el castigo y el refuerzo. Cuando hablamos de refuerzo, nos referimos a un elemento que satisface una necesidad y que aumenta la probabilidad de que aparezca un comportamiento. Si se trata de refuerzo positivo, éste se produce cuando una conducta genera consecuencias placenteras para el individuo. Para que el refuerzo sea efectivo debe tener las siguientes características: 

  • - Inmediato: aparecer junto a la conducta que se busca fortalecer; 
  • - Contingente: que el individuo asocie que por realizar la conducta, consigue el refuerzo; 
  • - Debe ocurrir cada vez que la conducta se produzca.

¿Por qué utilizar refuerzo positivo a la hora de educar? 

Hay una creencia general de que si premio a mi perro, me está sobornando, o que su obligación es portarse de tal o cual manera "porque yo lo digo" y no porque haya un premio de por medio. Sin embargo, está comprobado mediante diversos estudios, que si reforzamos las conductas deseadas, más que sólo castigar las indeseadas, el aprendizaje se fija de mejor manera y permanece en el tiempo. 

El refuerzo no sólo es comida, pueden ser caricias, juegos, entrega de un juguete, alguna actividad entretenida, etc. Como tutores, debemos mostrarle a nuestro amigo peludo, las conductas que nos gustan de él, motivándolo a que las siga haciendo. De esta forma ampliamos su repertorio conductual. Si sólo nos dedicamos a sancionar lo que no nos gusta, tendremos un animal inhibido y temeroso.

Es muy importante también, ser conscientes de que los animales que tenemos a nuestro cuidado, son capaces de experimentar las mismas emociones que nosotros. 

Es nuestra responsabilidad potenciar las emociones positivas, como la alegría, así como evitar las negativas, tales como miedo y tristeza.

Ventajas del entrenamiento con refuerzo positivo

  • - Fortalece el vínculo entre tú y tu perro: es una actividad entretenida, que ambos disfrutarán, en la cual le dedicas tiempo a tu compañero peludo y pasan tiempo de calidad juntos.
  • - Mejora la comunicación entre ambos: comienzas a entender mejor a tu perro, reconoces sus expresiones y gestos, y además él aprende las palabras y conceptos que le enseñas. Cuando el lenguaje es claro, sus acciones llevan siempre a las mismas consecuencias, por lo tanto, se hace más predecible lo que genera estabilidad y disminuye la ansiedad.
  • - Mejora la armonía en casa: Cuando se recompensa a un perro por hacer las cosas correctamente, es más probable que repita esos buenos comportamientos. Se pueden enseñar conductas que mejoren las situaciones cotidianas, como: entrar, salir, arriba, abajo, esperar, sentarse, etc. Todo esto hace que el manejo y relación con tu perro sea más fácil.
  • - Ayuda a tu perro a gastar energía: el aburrimiento es un factor importante en muchos de los problemas de comportamiento, comunes en nuestros perros. Te sorprenderás por la cantidad de energía que quemará tu perro, simplemente añadiendo unas pocas sesiones cortas de entrenamiento positivo en su rutina diaria. 

Parte enseñando cosas simples, reconoce qué cosas de las que hace tu perro, te gustan, y refuérzalo por ellas. Notarás un gran cambio en la mutua convivencia y en su comportamiento en general.